domingo, 30 de septiembre de 2012

Esas decimas

A la diestra o a la siniestra.
No es lo mismo votar a la derecha que estar a la derecha.
No es lo mismo ser de derechas que estar dotado de destrezas.
Si no sabes perder no deberías jugar.
No se compra ser el mejor, se trabaja y compite, para conseguir tal galardón. Y si no lo consigues, no se culpa al jurado, se hace examen de conciencia, " porque yo la tengo muy tranquila" y se enmienda la plana en los sucesivos circos en los que te quieras medir.
No ganar no es perder, y ganar a veces es una perdida.
Se juez de ti mismo y valorate a solas en la complejidad, en la gracia, gesto y porte y por supuesto en lo atmosférico que es el talento. Décimas por las que otros siempre ganan...............


sábado, 29 de septiembre de 2012

Cal viva

Sobre la cal viva, el vivo amor.
Cegador blanco, lucido lechoso, que soportará el negro grafito.
En la enorme tarde de lagartos.
En la tranquila inactividad de la marea baja, del desdén del deseo. 
Escrito sobre la nívea y calurosa pared. 
Redentora siesta en el abandono del amor de grafito y cal.


La perspectiva de la distancia

He roto tu carta, no quiero poner en pie tus palabras,llaves que abren puertas de tortura, esponjas de hiel. Quiero olvidar tu tono, el grave y engolado timbre de tu voz. Me martillea tu discurso,ya hecho añicos , el dolor no es tan fácil de quebrar. Se que es distancia, pero es duro el trayecto y siento que avanzo tan poco. Perspectiva que te resistes y te alejas a tu antojo, entre el estrépito de las dañinas palabras, por favor apiádate de mi.
¿Como borrare tu nombre de mi pálida piel?.


La talla brillante

CON EL MISMO BARRO QUE RESULTADOS TAN DIFERENTES, ENVIDIA EL GRAFITO QUE RAYA Y TIZNA, AL DIAMANTE QUE CORTA Y BRILLA, ES LA VIDA NACER PARA ENVIDIAR, NACER PARA SER ENVIDIADO. SON TUS CELOS LOS QUE ME HAN COLOCADO EN ESTE ALTAR, BRILLANTE ES MI PERFECTA TALLA BRILLANTE.

Mañana quizás

SERA EN EL ARTIFICIO DE LOS EFECTOS, EN EL ENGAÑO COMPOSITIVO, EN LA TEATRALIDAD DE TU MIRADA, SUAVE, LÁNGUIDA Y BELLA COMO EL ALETEO DE UNA MARIPOSA, HOY EMPERADOR, MAÑANA QUIZÁS, LA NÍVEA TRANSPARENCIA DE LA MARIPOSA DE LA COL, O LA BELLA NOCTURNIDAD DE UNA GRAN ESFINGE......................SI TE AMO Y ADORO EN LA MORTALIDAD, EN TU MARFILEA DESCOMPOSTURA, LO TUYO NO ES LA TEMPORALIDAD, LLEGASTE PARA HABITAR POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS MI INMATERIAL CASA.



No hay corset

En tu ansia infinita por heredar, terminaras siendo desheredada. En círculos planeas sobre mi, buitre de negra alma, no he muerto, ni voy a morir. Entiendo tu desesperanza, tu vulgar pataleta, tu deseo de medrar a costa del sudor de otros, del camino de otros, del brillo de mi casa. No hay corset que meta en cintura tus tocinos, ni faja que dome tus mantecas, monstruo varado, haragán, y ladrón, tu avidez nuciente te pierde, luntriga cebollera, rata pelona y henchida en tretas barriobajeras. Desoiré tus demandas, he decidido que en mi mundo ya no existes, ni tu tu toda tu patulea.


Ya nadie puede socorrernos

Me atormento en la atrofiada jerarquía de valores, en el viciado y enrarecido sistema, en la deshumanización, en el consumo voraz. Esta cansina atmósfera de transformación, de generación de bienes de programada obsolescencia, cadena de mamones que atrofian la vid , me postra en una narcótica indolencia, sin ideales y salida. Me siento incapacitado para apreciar nada bueno, en este laberinto desnortado y agotador. Desfallezco en este tormentoso y volcánico limbo de perversión e imposible y domada revuelta. Dios ha muerto y ya nadie puede socorrernos.



No estáis hechas para las primeras filas

Por qué la maldad proyecta tanta sombra
y hace raquíticas las plantas a las que se acerca, 
nada entorno a ella reverdece, 
y su envidia todo su contorno seca y amedranta. 
Estigma de perdición de alta torre de alaridos
y bufonas orondas que vociferan desde los matacanes, 
esputando desde sus pestilentes bocas carroña y heces. 
No es nada dorado en este exilio, 
en esta cueva de ladrones de flores, 
de profanadores de tumbas, 
de casas sin espejos o de espejos mentirosos, 
zamarras que cargando santos 
y colocándoos en las primeras filas de los templos,
pensáis que toda vuestra roña esta lavada. 
No mereceríais ninguna de mis palabras, 
salvo por vuestra virulencia, 
sois una enfermedad a combatir 
y por eso devano mis sesos buscando salida.



La frágil y acosada belleza

Sera la infecta y desarrapada hiena, la que con sus densas babas, intente herir de muerte al colibrí.


El gran desdén de desandar


Sin descalificar, he visto tu estado, sera en el desconsuelo del laberinto del desmontado jardín donde deslié, la madeja de tu tormenta de desdichas.
Descorreré la pesada cortina que oculta el tabernáculo.
En el desquiciante y enrarecido aire de tu casa me desplomare, como castillo de naipes, que en el desorden de la ruina pregona el futuro.
Es descomunal el daño que te inquirió el impío. Desmedida ofensa para tu frívola caridad. Desmadejada en el desnorte no te mides, te descompones en necios gestos impropios de tu casa y rango, es un gran descriterio, el despampanante alarde de tu rendición.
No te has desmelenado, pero tu desmejorado aspecto desvela el estrago. La invisible y descarnada herida te emponzoña en el desdeñar la cura. Terrible estrategia de desamparo.
Despabilare las luces últimas del tenebrario, con el desconsuelo que supone ir desprovisto del destructor fuego................


viernes, 28 de septiembre de 2012

La tristeza

LA TRISTEZA ESE SENTIMIENTO TAN COMPLICADO Y DESESTABILIZADOR, QUE TANTA CREATIVIDAD GENERA.


Te encontraré

Delante y detrás, en lo paralelo, en el tormento de encontrar un igual, en la desdicha de perderlo, en el flanquear, en el guardar y guardarse, en la compañía de la repetición, del comos especular y brillante del otro lado, aparentemente mas profundo, mas neto, mas perfecto, en la estanqueidad de su brillo de azogues. Te encontraré, nos encontraremos, y solo será nuestra compañía el remedo, la replica, el bello clon que repite y repite sin cansancio mis muecas, tus muecas, mis vicios, tus vicios, en el perverso juego del no poder ese umbral nunca cruzar.



El arco mixtilíneo

Es mi corazón un alfiletero,
un acerico de inmerecidos dolores, 
asestados bajo tu injusto albedrío. 
Sujetas mis bridas, 
con inusitada furia, 
me pones bozal, 
con el poder que te da mi rendida doma, 
por amor consiento el maltrato, 
y la escarnecedora montura. 
Se empaña mi brillo 
en la despojada rendición, 
en el esclavo fervor que te profeso. 
Ruego que toquen a muerte desde la espadaña, 
duelo que sé que superaré. 
Es tu desdén, 
estilete que marca mi cuerpo 
y desangra mi alma. 
Fiera leonina que en el tenerme me olvidas. 
En el amparo del arco mixtilíneo, 
bajo el bucráneo, 
pediré, rogaré al todo el martirologio,
con el que mi drama me emparenta, 
que desapee del estípite, 
al idealizado zampón, 
y pierda yo el velo de gusarapos 
que me postra como a un alfeñique 
a los pies de este hueso crucial e insignificante llamado astrágalo.


Mar de los sargazos


En los brazos del amado, siempre es dulce el descanso, y uno en esa calidez y calidad de afectos se repone de las batallas, de los desaires, de las estratagemas de los liantes, de los que te venden por unas migajas de protagonismo. En los brazos del amado, en su dulce descanso y en su seguridad, en su vigilia de besos, uno siempre se reconforta y se siente a salvo de la intemperie hostil del mar de los sargazos.

Tipificar

Rata que en los desmoches te creces, no veles el amputado horizonte, yo no te baremo en el ahora, mi memoria tortura atroz, recuerda las alturas y con ellas te compara.Bufona de bajos lupanares, de escasa profilaxis y azogados brillos. No te temo, y en el no temerte me confío. Desmontare la urdimbre que te encarama, en el acobardado paisaje, los tules no mitigan, el gran chirriar de la roja patina
 de espantosos asesinatos, que al ver mis ojos, por empatía, también lloran sangre. Gran zorra, degolladora de corderos místicos y desplumadora de pavos reales. Yo no olvido tus carencias y hasta que me extinga las proclamare, desde mi torre, la alta torre, la que tu no desmochaste. Hieden tus fistulas a alma negra, buitre insaciable y destallado en el que nada luce. Tu alma ciénaga, alcántara máxima, te delata, no pueden los afeites, que te aplicas en la viciada alcoba con tu supurar, con el denso sudor de tus envidiosas y atormentadas entrañas, vísceras de bilis, de escuerzo hipertóxico, vientre hipervisitado en estancias sin luz, degradación de tufos que en tu afán tildante te atreves a tipificar, como ajeno a tus podridas entrañas.



Las fingidas muecas

Son las palabras que solo podemos decir en sueños, ellas son las devastadoras tormentas de nuestra alma, son aguacero lacrimógeno, dique que embalsa deseos, sin ningún aliviadero, mar de calmas, gigantescas raíces, que no nutren a la raquítica planta. Soy un iceberg, se que no me conoces, ni siquiera me atisbas, soy fosa abisal insondable, llena de monstruos que jamas vieron ni verán la luz. Solo el desahogo de los sueños, serena las fingidas muecas de mi cara.



Ya nunca saldré de aquí

El ascenso helicoidal, me aturdirá sutilmente, el ritmo lumínico de tus angostas ventanas también contribuirá. Casa de apagadas y tildantes arañas. No es frió, es distancia. El suelo hidráulico, de arabescos cruzados e infinitos, también juega su papel. Soy presa de tu abigarrada atmósfera, de penumbra y nula sobriedad. Me resisto a tu indolencia y en el resistir rindo mi plaza. No necesitas ejer
cito en tu casa, son tus inmóviles panoplias, agazapadas en lo oscuro del salón las que me han atemorizado. Todo en ti me aturde, todo en ti me embriaga, reina de selvas de objetos extraños, de densos ambientes y plúmbea y cenicienta luz. Se que tras el ascenso, ya nunca saldré de aquí, en tus estancias me esclavizare y en los letánicos y babélicos ritos de tu culto me alienare.



jueves, 27 de septiembre de 2012

En mi regazo


El vórtice del dolor bulle en mi.
Crepita la furia en mis entrañas.
Asqueado de tanta nuciente ordinariez. 
Salvaré de la quema a mis bellas fieras. 
Que indolentes en la protección de mi regazo, no atisban a colegir, tanta zafiedad.

Sin probanza

Croara, la verde rana de San Antonio, y se apagara el último cirio del tenebrario, estoy agazapado en el socoro, mientras los alaridos insufribles que orquesta el sochantre, me paralizan en el húmedo oficio de tinieblas. Se que no conseguiré la probanza, pero desde el peristilo dinamitare el culto de tu Dios.


Obsolescentes

Quien nos ha nombrado dueños de este mundo.
Quien nos ha dado la potestad de decidir los designios de especies, el curso de los ríos, poder para modelar y torturar el litoral, autoridad para descarnar las entrañas de la tierra y emponzoñarlas de dañinos residuos.
Quienes somos para asolar imponentes bosques cuajados de viva. 
Vidas que no son nuestras y que nosotros en barbara prepotencia diezmamos con un albedrío, que produce vértigo y nos aboca a una buscada hecatombe.
Fruto de este desmedido afán roturador, de este afán acumulador, de este afán de viciado inconformismo, que nos llevará a convertir este bellísimo templo, que es el planeta tierra, en una escombrera de objetos obsolescentes.



Las cenizas de tu casa


Dime quien te hereda y te diré cuanto tiempo se mantendrá en pie tu memoria. 
Ellas, el tornado y la tormenta, llenaran el suelo victoriano de despojos, buscando el brillo del vil metal entre tus notas.
Yo llorare entre tus lineas, y me rendiré al desorden de tus expoliados cajones.
Nunca te quisieron, pero si, todo lo tuyo desearon. Y ahora en la rapiña, diezman con la urgencia tus tazas, tus cristales, la bella caligrafía de tus papeles. 
Si volvieras las desheredarías y precipitarías tu olvido con una fastuosa pira. Que el viento, la tormenta y el tornado esparzan las cenizas de tu casa.

Vidas de baules

Bordaré a tientas, en la oscuridad de los encadenados lutos, con hilo rojo, la fecha de tu óbito, así tildaré tu crespón. Tu lo sabes, esta es nuestra condena, aparentar, hacer creer, fingir un gran dolor por la pedida y nuestro dolor real es perdernos en estas salas grises, en las que cubiertas por velos caminamos a tientas. Vidas en blanco, vidas a oscuras, vidas sin vida, vidas de letanías y pasos mil veces andados, vidas de crespones y puertas cerradas. Vidas de lloras a solas por estar postradas y de estar postradas por los llantos, por quedarnos cada vez mas solas. Vidas sin ruido, vidas de días iguales, ya vividos, vidas de lutos y duelos, vidas de cuentas de azabache, millones de veces manoseadas, contadas, rezadas. Desgraciadas en nuestros abalorios de luto, que nos hacen cada vez mas cuervos, mas grajos tristes. Vidas de baúles y arcas nupciales que se ajan como nosotras, en la cárcel de esta casona, de blasones que encadenan, a un ser, a un estar, a un padecer. Es el linaje de esta santa casa, la casa de los lutos y de los crespones.



miércoles, 26 de septiembre de 2012

De acarreo


En el bosque de columnas de acarreo, me desnortaré, tu planta basilical, es el camino propicio hacia tu altar, iridiscente norte, que dos estípites de jaspe flanquean, tu saturnal y magnética aura es vicio que me arrastra febrilmente, es almibarada la luz que filtra la linterna de tu gallonada cúpula. Crepita mi cuerpo, ante tu nuciente fulgor y no puedo ni farfullar plegaria que me redima del pesado gravitar del tetramorfos de tus pechinas. Es el infortunio y la agria consecuencia de la damnatio magna, nada era tuyo, pero tras el retallado todo a ti pertenece. Restañaré las llagas en el usurpado iconostasio, parapetado entre los mórbidos mármoles reprimiré el llanto por el miedo a la reverberación, besaré la filacteria de mi brazo, palabras no borradas de mi Dios. Soberbia con la dalmática te pavoneas, con la mitra de mi predecesor, bello marco de plata corleada que has robado a mi Dios.



Tu erótica proximidad

Es tu piel cíngulo que estrangula mi raciocinio, cada uno de tus poros, cada una de tus comisuras, de tus pliegues, de tus frondosas cavernosidades, hacen que en tu presencia y con tu ausencia, me vacié de mi y me llene de ti.
Eres erguido faro en la noche, en la tempestad del deseo. Eres norte, baluarte, bastión, recinto improfanable, en el que solo quiero habitar yo. 
Por la avidez que genera en mi tu proximidad mato y sin tu proximidad muero, morir de amor, matar por el. 
Atávica y brutal pulsión que domina. Desnorte supino que tormentosamente me inflama. 
Es un infinito vórtice tu erótica proximidad.


Que desgracia

SI LAS ENVENENADAS PALABRAS MATARAN YO SERIA UN IMPONENTE ASESINO. EL DURO VERBO HACE ESTRAGOS, PERO SOLO ENTRE TUS IGUALES, Y A ESOS NO TE INTERESA ASESINARLOS, PUES SI ELLOS NO EXISTIERAN, CON QUIEN HABLARÍAS. Y LAS NUCIENTES ALIMAÑAS NO ENTIENDES, LA DURA CORAZA DE LA IGNORANCIA Y LA ORDINARIEZ LAS PROTEGE DE LOS DARDOS DE TU FINO Y ALAMBICADO VERBO. QUE DESGRACIA ES SER INTELIGENTE.

Inconstante amor



Será en en bosque de verticales arboles, donde pierdas la inocencia, deseando deseos bajo el cielo iluminado por la lluvia de perseidas. Laberinto de troncos y corazones, de amores álgidos, que termino venciendo la rutina. Prometer, para incumplir, incumplir, para volver a prometer, ese es el caprichoso e inconstante amor, furia dulce y enrevesada, de torrente discontinuo, a veces cálido, a veces gélido, a veces terriblemente tibio.

La sombra del escombro

El erosivo odio, alimento de los monstruosos monstruos, tormenta, maremoto del alma. Arrasar, destruir, socavar, dañar, empobrecer, herir, matar, asolar, envenenar, calumniar, que bello ejercito de apocalípticas acciones, cohorte de toxicas bacterias, que incapacitadas para medrar en la construcción, enrasan y allanan, en áridas altiplanicies donde no hay sombras, mas allá de la raquítica, que proyecta el escombro.

No puedo abrazarme a solas

Deseaba morir en la llovizna, nada pertinaz, para mi gusto, muy suave, y poco fértil, todo ha pasado, este día de borrasca y bochorno interior. Morir en agosto, en un caluroso duelo de lagrimas y sudor, todo hoy fue pesar, pero ya paso, devenir contante que me martirizas, con estos días de lagrimas de San Lorenzo, crueles y deslenguadas perseidas, cataclismo vociferado a los cuatro vientos. No me entiendo, ni abarco, ni siquiera puedo abrazarme a solas en este dique que embalsa torturas. Esperare el nuevo sol, y mañana al alba pensare, en mi camino de redención.

No malgastar

El escaso tiempo, elástico como chicle y sinsabor por haber sido estrujado con fruición el el primer estadio. Rápido, lento, acelerado, parsimonioso, es vicio, calma chicha, hastió, energético subidón, risa, dolor. Estoy agotado de las mil agujas, esperando la última, la que como dardo certero mata. Segundos atroces, segundos de risas, nerviosas. Dudar, pero porqué, sino hay tiempo que perder, est apunto de terminar mi batería y la celeridad de no malgastar segundos me mata, terminó.............................................

Rastrera patulea

Ya esta todo hecho, ya esta todo escrito.Fijado para que afloren las fisuras, del traidor, del parásito que procura su vida mas allá de su sudor, viviendo, en casas de otros, en vidas de otros, hollando el alma de otros, dañina caterva de vampiros, de termitas que devoran lo con trabajo construido por otros. Espero muy pronto deciros adiós y que la humanidad os vea como sois rastrera patulea de nucientes bichos.


Catorce raíces

Será en los grandes ventanales donde se ampare la miseria.
Diques que frenarán el fulgor de artificial sol.
Allí está quien estercola las margaritas de la codicia.
Ya no están en el limbo tus traicionados hijos.
Es magnifica la gravedad de tu altura.
Torre desde donde temes precipitar.
Férreo freno que me aturde y atrae.
Signaré con tinta azul la estafa.
Con nada vine, con nada me voy.
Me pesan las alhajas para volar.
No partiré hoy, aun me anclan catorce raíces.
Y yo nunca a ellos les precipitaré el fin.


Zorras que despellejáis infantes

SI DIOS EXISTE, QUIERO QUE UN POTENTE RAYO LAS FULMINE, NO CREO EN LA JUSTICIA HUMANA, PERO SI EN LA DIVINA, LA QUE VE EL INTERIOR DE SUS ALCOBAS Y COMO VULGARMENTE GOZAN EN SUS CUBILES, TRAS PROFERIR INJUSTOS DAÑOS AL CORDERO MÍSTICO. ZORRAS QUE DESPELLEJÁIS INFANTES Y DORMÍS A LA PATA LA LLANA, OS DESEO EL PEOR DE LOS CÁNCERES.

Con la palma en la mano

Al borde del precipicio de la saturación, mi ser no soporta mas tanto veneno. Ya no metabolizo tanta maldad, y precipita punzante, en hirientes cristales a los pies de mi alma, aislándome en un desierto de cuchillos, de estiletes, de dagas, y de infinitos y cortantes vidrios rotos. El lunes sera mi rendición, tras las alegaciones, pondré fin al martirio, y saldré de la casa consistorial, con la palma en la mano, y sobre mi nimbada cabeza sobrevolara el paráclito.



martes, 25 de septiembre de 2012

Nada temo bravo mar

Llegó la bajamar, ya puedo buscar entre las húmedas y brillantes caracolas, la perdida tranquilidad. Está mi playa fresca y limpia, en calma y sin la erosiva maldad. Podré dormir, al amparo del erizo, acariciado en las someras aguas por las multicolores anémonas. Bellísimo y salado azul, aguamarina de facetas perfectas, estanque de descanso, reposo de los posos de la escorrentía de la infernal tormenta, suave terciopelo de frondosas algas, acariciadme, no sabéis cuanto os he echado de menos. En la pulcra y viva profundidad del berilo, me zambulliré. Ya nada temo bravo mar de fresca sal, con la pleamar habéis barrido de mi litoral a todo los que me causaban dolor.



Se caminar sin ti

SABER DECIR ADIÓS.
Cuando alguien ha decidido no acompañarte, o su compañía te daña, hay que saber decir adiós, hasta aquí me has acompañado en perfecta simbiosis, en transacción elegida, en equilibrada o desequilibrada entrega. Pero si hoy y ayer sentiste que el daño ya no merecía la pena ser soportado, es hora de decir adiós, lo que no sirve estorba, y en el viaje de la vida hay que caminar ligero de desafectos.
ADIÓS TE TENDRÉ EL DUELO JUSTO, Y PASARÁ, PORQUE SÉ, QUE SÉ CAMINAR SIN TI.



lunes, 24 de septiembre de 2012

El vulgarmente parecer

Aunque a veces lo olvidemos existe una interacción entre cuerpo y alma. De tanto relamer, acicalar, afeitar, operas y recauchutar, terminamos siendo, "bellos" esperpentos, como peras que nacen en un zarzal. El alma es inoperable, es atmosférica, y termina tildando, el cántaro roto, mil veces pegado, mil veces barnizado para que brille henchido de ácido hialurónico. Tenemos una sola existencia, a día de hoy, creo que deberíamos vivirla con una cierta coherencia. Y deberíamos entender que tener el aspecto de la mas bella flor no lleva aparejado producir su néctar. La teatralidad es un engaño y es lo primero que tendríamos que aprender. Deberíamos partir del magnetismo del ser, no del magnetismo del vulgarmente parecer.







Las agujas de un reloj

Un destello de luz.
Una espina clavada de forma profunda en el pie.
El zumbido del dolor. 
La agotadora búsqueda del desdén.


domingo, 23 de septiembre de 2012

Mi joyel


Seréis vosotros, los allegados, los próximos, los cercanos en el momento de mi óbito, no los grandes buitres, si no vosotros los enlutados, los que yo he querido y he criado, los que en el segundo siguiente a mi muerte picoteareis mis ojos. Y vuestras mujeres las picazas se darán un festín con mi joyel.



Ni para temer

Rendido por el peso de tu marmórea perfección.
Se derrite mi ser en la cismática cúspide del sentirte, del sucumbir a la grave fuerza de tu mórbido cuerpo.
Sudan mis palmas, sudan mis yemas, en el presentir la proximidad de tu contacto.
Besa mis labios, pulcrísimo ángel de Carrara. Y en la rendición sin fisuras, me consagrare a ti.
Mírame y no separes de mi tu mirada, que el solo pensar que te pierdo de mi vista, es dolorosa llaga, que orada mi ser.
Es mi vida un pabilo, titilante y tembloroso. El gusano del temor roe mi corazón, y me zarandea en el borde del acantilado por el que se me despeñaría, tu arrasadora perdida.
Sin más disfrutaré el tiempo fugaz, en el que el mañana no existe, ni para proyectar, ni para temer.




Finjo pero no olvido

Domado y comportándome según precepto e instrucción, pero sin mover un ápice mi primigenio fin.
Te desmontaré cuando menos te lo esperes, en el mas rápido de los galopes, con el mayor de los estrépitos, con el mayor impacto y buscando tu mayor daño.
Rendido pero no vencido, claudicado pero no anulado.
Espero y ruego el momento en el que dejarte postrado por eternidad de eternidades.
En la larga espera crecerá la fiera subyugada, la fiera que te servirá la cena helada, como corresponde al rango de tu barbarie.
"Finjo pero no olvido" es el lema de mi apellido y casa.


La indeleble proeza

Versos escritos sobre cuerpos malditos, en el día del señor, en la festividad de san Lino. Perderé el norte y rogaré que en mi cuerpo afloren las palabras cobardes que me hicieron daño, y con el dolor del martirio afrontaré la indeleble proeza de no olvidar jamas y recordar siempre...........


                                          

Cuido tus tesoros

Tengo en mis manos, tu esencia, derramada en mil objetos que venero con celo egoísta, ya se que lo sabes, te he hecho un altar, allí te cuento y en el contarte, te retengo, mantengo y me entretengo. Es duro perder, pero hay mil estrategias para conservar, en la cámara circular de los sueños donde el fuego es avivado, por las bellas piezas que tocaron tus manos, que tildo tu aroma, que elegiste para tu casa. Yo se que me estas esperando, y yo mientras tanto cuido tus tesoros, mimo tus plantas, y al bello ser, de tu can, cien mil veces lo beso, y en sus besos, a ti te beso. Y se que en el estanque verde de los ojos de Baltasar, todos los días nadas un rato tu.



La yema del indice

Rellenare las instancias, mientras en la sala de las almas canta el gorrión. Sera tu burocracia desmedida el tormento de tu casa, pleitear, para nada conseguir, duelo caligráfico, de dolorosas peticiones. Me lamentare en la árida estancia, minutos antes de la negación. Y con la puerta ya cerrada construiré. Abandonare la postración que me impedía signar. Tengo gastada la yema del indice, se borro 
en el laberinto sufrido, laberinto de papel. Vicio de pedir, vicio de mendigar, e implorar, un alma, una bella alma que tilde mis actos, mis acciones, mis obras, mi derroche atroz en este mundo de desafectos, de esclusas que me embalsan y embotan, impidiéndome, el bello devenir del cauce propicio, hacia el bello y salado mar del descanso. En tu celo por impedir el disfrute, del don del alma, a los vientres hipervisitados, de las rameras de tus alcobas, me condenas a mi, a este deambular sin ser y sin nimbar que es la vida en tu agrio reino. Morirá la viciosa madre, tras las ponzoñosas irrigaciones a las que someterá a su vástago, muerto el ser en sus entrañas se terminara el padecer, con el estrépito del alarido de la mala madre. Y en su descanso eterno alojara por siempre al niño no nato, ser de su ser, carne de su carne, veneno
que por el cordón umbilical paso de uno a otro condenado a ambos a un infernal descanso eterno.



El humano indolente

Mi desmedido alarde de luz, será como si una luciérnaga concentrara en un segundo el fulgor de toda su vida para tras la proeza morir.
Es tan efímero el tiempo sin macula.
La humanidad está tan desatenta a los prodigios.
Todo se olvidará pasado el urgente aplauso y la oscurecedora caída del telón.
Clavaré en mi sien la larga aguja de la piocha, sin ruido, sin sangre, sin manchar.
Naufragarán mis ojos en un rojo mar, para ya nunca, nunca despertar.
Todo lo pretérito pasará veloz, por el vítreo marrón verdoso.
Potreará en mi pecho el rebelde corazón, previendo el fin.
El galope potenciara el último y gran borbotón.
Y ya no seré ni brasa, ni tizón , ni acero candente que arrase con la impavidez expectante del humano indolente



sábado, 22 de septiembre de 2012

Las raíces del pionero


En la yerma y socavada extensión de piedra caliza, no me hostigarán ni el armiño, ni la garduña.
Te verás obligado a trepar por mi mundo vertical.
La erosión impedirá que alcance el cielo.
El gélido viento de tus dañinas palabras, recortará mis álgidas crestas, aristas de nieves perpetuas.
Ensancharé el valle con el llanto de de la soledad de mi cumbre.
Llanto níveo, que arañará lo angosto, descarnándolo todo en ancha y profunda llaga, que mi alma de hielo cauterizará.
El escaso alimento me obligará a llevar una vida solitaria, y fuera del alcance de las nubes, como una mantis religiosa me solazaré con la proximidad del sol.
Con las raíces del pionero, engarzaré en la dura roca, el bello azul, acomodaticio, dulce y crepitante de destellos.
Y en la inaccesible provisión se que moriré.