SABER DECIR ADIÓS.
Cuando alguien ha decidido no acompañarte, o su compañía te daña, hay que saber decir adiós, hasta aquí me has acompañado en perfecta simbiosis, en transacción elegida, en equilibrada o desequilibrada entrega. Pero si hoy y ayer sentiste que el daño ya no merecía la pena ser soportado, es hora de decir adiós, lo que no sirve estorba, y en el viaje de la vida hay que caminar ligero de desafectos.
ADIÓS TE TENDRÉ EL DUELO JUSTO, Y PASARÁ, PORQUE SÉ, QUE SÉ CAMINAR SIN TI.
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