miércoles, 26 de septiembre de 2012

Catorce raíces

Será en los grandes ventanales donde se ampare la miseria.
Diques que frenarán el fulgor de artificial sol.
Allí está quien estercola las margaritas de la codicia.
Ya no están en el limbo tus traicionados hijos.
Es magnifica la gravedad de tu altura.
Torre desde donde temes precipitar.
Férreo freno que me aturde y atrae.
Signaré con tinta azul la estafa.
Con nada vine, con nada me voy.
Me pesan las alhajas para volar.
No partiré hoy, aun me anclan catorce raíces.
Y yo nunca a ellos les precipitaré el fin.


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