No riegues a la bestia porque crecerá.
No le des ventaja porque te sobrepasará.
Pasa por alto sus faltas y sus faltas te apisonarán.
No somos conscientes hasta que el zarpazo nos hace perder la conciencia.
Débiles de carácter para atajar.
Mucho más débiles cuando ya nos han dado el primer tajo.
Toleramos tanto al intolerante que somos victimas educadas de su intolerancia.
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