domingo, 28 de octubre de 2012

Salvaguardar

Mi norte es la devoción y mi sur, a mis espaldas, abandonar con desdén todo tipo de obligación.
Nada tiene sentido pero el afecto pero el deseo se lo encontrará.
Te perdonaré, sabiendo que me vendes tras mi sacrificio, nada quería y sacarte del atolladero era mi fin, tras tu petición.
Bajo el dosel no encuentras, lo que pagas en el jergón.
No temas, pues si compras con miedo seguro perderás.
Pieles de zorra para dar fiereza al cordero.
Actuar no es tan fácil como saber como hay que actuar.
Es mi cimiento mi divisa, la resignación.
Lo que no se puede mover, se construye entorno a el.
Es la enquistación queloidal el mejor plato de mi casa.
Aislaré la ponzoña con diestra maestría.
Cerraremos la puerta a las malas artes, para salvaguardar la estanqueidad del nuevo mundo, de tu reino de luz.


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