Mi mano mece desatinos, de adulteras preñeces y nefandas raleas.
Entro tu amor como abanto en mi casa. Provocando con el destrozo tabula rasa.
Nada me falta, con el estar tranquilo solo me basta.
Quien sobrevive a tus razias, descansa en calma.
Nada me espanta y por tu ausencia hoy doy las gracias.
Mece mi mano vástagos de tu ralea, que nunca albergue en mis entrañas.
Todo me sobra, todo me basta. Sin tu presencia estoy en calma.
Mece mi mano vástagos de tu ralea, que nunca albergue en mis entrañas.
Todo me sobra, todo me basta. Sin tu presencia estoy en calma.
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