Cuando se cae en desgracia.
Sin seguidores solos debemos seguir.
Ya no somos guía de nadie.
Y solos nos guiamos.
Sin escuchar cautelas.
Sin tener en cuenta ninguna trama.
Ya no hay cortejo.
Ya nadie nos corteja.
Y solos tras ser despeñados.
Nos lamemos las llagas.
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