Olvidar que vivimos envejeciendo.
Nos hace olvidar que ya somos viejos.
Que somos seres que apuran los últimos días de invierno.
Niños viejos que quieren amar como en primavera.
Que quieren sentir la caricia.
Sentir el sol de la cristalera.
Olvidar que son trastos viejos.
Trastos arrinconados para no importunar.
No molestar a los hijos en este rápido tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario