Salpicados, tocados, casi hundidos.
Dios nos libre de los impecables.
Dios nos libre del altanero gigolo.
Dios nos libre de sellar labios.
Que chulería se gasta el que detenta el poder.
Que poder detenta el que intimida con chulería.
Dios nos libre de los virtuosos.
Del falso telón de la cacareada y falsa virtud.
Hay destrezas que tienen la torpeza de la torpe siniestra.
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