No existe cadena trófica para mi. Me esta vetado el pecar. No se creo mi mano para la vulgar caricia, si no para la exclusiva y escasa. Colócate en la cumbre, he sentido interés por ti, mas no estoy todavía seguro de probarte. Mi pureza es de cuna, nací así, no hay merito en mi sacrificio. Llorare por el tormento congénito y estimare la falta de deseo como una fuente liberadora de tiempo, que en otros sitios puedo derrochar.
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